Como sabemos, el COVID-19 ha traído transformaciones en múltiples áreas de nuestras vidas. Si bien se pueden considerar nuevos protocolos para adaptar la prevención de riesgos a la vida post pandemia, es fundamental conocer en qué consiste un plan básico de emergencia que rige bajo cualquier contexto.
La Ley 19.537 sobre Copropiedad Inmobiliaria, establece en su Artículo 36, que todo condominio está obligado a contar con un plan de emergencia para enfrentar eventos como incendios, terremotos y otros. Además indica que éste “debe incluir medidas para tomar antes, durante y después del siniestro“.
Según el artículo señalado, el comité de administración es el responsable de elaborar este documento, que luego deberá ser aprobado en una asamblea extraordinaria citada específicamente para tratar este tema (dentro de los primeros tres meses de su nombramiento).
“El plan de emergencia y los planos del condominio detallados según necesidad, serán actualizados anualmente por el comité de administración respectivo”, detalla la Ley 19.537. Y agrega que ambos documentos “serán entregados a la unidad de Carabineros y Bomberos más cercana”.
En septiembre, EdiPro desarrolló el webinar: “5 básicos en la seguridad de propiedades verticales”. Domingo Carrasco, experto en prevención de riesgos y David Valdebenito, gerente de Soporte y Capacitación de EdiPro, plantearon los siguientes puntos claves de seguridad:
- Plan de emergencia
- Personal capacitado
- Comunidad responsable e informada
- Equipos de respuesta operativos
- Vías de evacuación y zonas de seguridad
¿Cuál es el rol que cumplen los copropietarios en una emergencia?
Deben ser capaces de:
- Reconocer las vías de evacuación y zonas de seguridad.
- Establecer formas de evacuación dependiendo del suceso.
- Coordinar con Bomberos, Carabineros u otras instituciones que colaboran durante el siniestro.
- Definir bajo en qué condiciones se puede volver al edificio y a su normalidad.
Y es que hay que comprender el plan de emergencia como un instrumento que mejora los estándares de seguridad de una comunidad y también la calidad de vida de los vecinos. Esto ya que los protege de una eventual situación imprevista que los pueden poner en riesgo.
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